Explora diversas galerías donde se exhiben varias de las obras del artista a través de sus exposiciones más destacadas. Cada imagen captura la esencia de la inspiración y creatividad . La galería es un lugar vibrante donde el arte cobra vida, permitiendo a los visitantes sumergirse en un mundo de color y emoción que estimula los sentidos y eleva el espíritu. Ven y deja que cada obra te guie en un viaje único a través de la belleza inmanente y sugerente de cada una de las etapas del artista.
De su primera época hallamos pinturas figurativas, que van augurando a un artista de porvenir, que irá madurando hasta su plenitud. Cada lienzo culminado será siempre una superación del anterior. Queda atrás la caricatura, en la que hallaba una forma expresiva de manifestación del dibujo. El pintor se realiza en esta etapa fundamentalmente con el paisaje, con el que se identifica en su totalidad. Aparecen fugazmente paisajes oníricos, inconfundibles en su estilo de colores atrevidos, con contrates decididos y tonos cromáticos elevados. Obras de intensa carga dramática que expresan nostalgia y misterio. En la balanza siempre se encuentra el color y la forma, pero queda esta última supeditada al color; allí reside el gran misterio de toda obra poética.
La época de pintura negra expresa el inconformismo, la rebelión del artista ante la tan manida luz mediterránea; esa luz blanca en exceso, que enmascaraba y deslavazaba las verdaderas tonalidades del paisaje. Así pues , el pintor se decide justo por lo contrario, y surge esta pintura de gran riqueza en la gama de los grises, al tiempo que deja expedito el camino hacia la vibración del color posterior. Hay en ella, no obstante, escondido en cada empaste, el énfasis que va desprendiendo de su propia médula intelectual y física, con el sufrimiento propio de todo maestro innovador. Esta síntesis y objetivismo irreal, despoja esta pintura de anécdota. Pintura ausente de literatura que emociona en sus matices y espectro al que la contempla. Hay que embeberse en la obra, y aún en algunas de ellas, escondido, se vislumbra el sufrimiento y el horror de un pasado no tan lejano vivido en la juventud del pintor.
Aparece también la pintura abstracta, aunque fría en su opinión, es producto de una evolución que prescinde de formas concretas para experimentar nuevas combinaciones de color. Esta fue una experiencia interesante, dada la libertad temática que le confirió la abstracción, para abrirse camino hacia su etapa colorista donde alcanzará su máxima plenitud artística y creativa.
Con la pintura colorista se da el paso a los tonos fuertes, vivos, de rojos cegadores, donde abundan también verdes y amarillos atrevidos. Confluyen a la par el color contrastado con el dibujo delimitado cuidadosamente. Cada obra es un reto en la búsqueda de gamas de color, con una paleta cromática ilimitada. De la imposible realidad a una maravillosa realidad; así lo dice el cuadro, no por conseguir la realidad, sino por transformarla, y volcarla de nuevo, a través de los pinceles, en la tela. Una casi nulidad de blancos y pocos negros y todo manchado de color intenso y vibrante. «A veces se pinta sobre el terreno y otras conviene dejar libre la imaginación y después de impregnarse de un paisaje, recrearlo alejado de él.» –decía el pintor.
Sus bodegones demuestran que se puede hacer frente a temas aparentemente agotados en la pintura. Los objetos más insignificantes cobran protagonismo en la tela. El pintor no se amolda a nada, sino que hace que todas las cosas vayan a amoldarse a él.
Hablar de sus paisajes, es hablar de sus infinitos y excitantes celajes y constituyen en el pintor un desafío constante.
El pintor siempre ha demostrado gran amor hacia la música y sus actuantes en todas sus facetas interpretativas. En una perfecta sinestesia, nos sirve una obra única, donde hay cabida a todo ello.
El ser humano en su existencia está rodeado de sonidos, luz y color sin darnos cuenta de la sinfonía que nos rodea. Música y pintura tienen una ligazón estrecha. Ya desde tiempos remotos, los propios músicos tomaron prestado para traducir sus conceptos abstractos el lenguaje colorista. Así se dan múltiple préstamos: el color, al que los griegos llamaban «croma», fue equivalente de «timbre», «brillante» por nítido». Y también a la inversa: «tono» y «armonía», propios de la música, pasaron como herencia a la pintura.
Es innegable que no podemos prescindir de hablar de la variedad de tonos o de la escala cromática que ofrecen cada uno de los lienzos sin interferir en la esfera musical, así como de la riqueza de formas de sus instrumentos. Este campo ha servido al artista para dar vía libre hacia una nueva creatividad llena de múltiples potencialidades pictóricas.
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